Hola! Soy Nadia , mamá de Isabella de 7 años, emprendedora y estudiante de psicología .Me parece importante contarte un poco de mi historia, ya que, considero que es mi mayor diferencial, como así lo es el de todos. Pueden copiar tu trabajo, tu logo, tus diseños, tus colores, pero nunca nadie va a poder copiar tu historia. La historia de cada uno es lo que nos hace únicos en el mundo y es lo que aporta valor a todo lo que realicemos.

      Este emprendimiento se fue gestando desde hace muchos años. Era muy chica cuando pedí a mi mamá que me enseñe a tejer, aproximadamente 7 u 8 años. En la adolescencia comencé a reciclar, y preguntándome cómo reciclar el nylon encontré que se podía tejer. Fue allí que recordé lo que mi mamá me había enseñado de chica y me fui envolviendo y enredando cada vez en más hilos. No me demoré mucho en reemplazar el nylon por los hilos y darme cuenta que tejer se había vuelto en mi pasión.

      Fueron días y noches enteros empeñada en aprender a tejer. Me costó muchísimo, tejía y destejía, me frustraba porque al comienzo no me salían las cosas pero seguí y seguí y seguí. A los 21 años me entero que venía mí hija en camino y me dio mucha alegría poder tejer cosas para ella.

      Agarrar mis agujas e hilos, llevarlos por todos lados y aprovechar cada mínimo momentito que tenía para tejer un poco más era mi costumbre (las tejedoras me entenderán).

      Mi hija siguió creciendo y empecé a darme cuenta que por el trabajo estaba perdiendo muchos momentos de su infancia dejando el cuidado siempre en manos de otras personas (de las cuales estoy agradecida). Quería estar yo con ella y poder manejar mejor mis horarios para su crianza y actividades.

    Llegó la pandemia y aproveché para estudiar y capacitarme cada vez más para poder hacer de esta pasión por el tejido, mi trabajo. Muchos dudaron, yo también dudé, pero dos años y medio después decidí que ya era el momento de dar el salto y renuncié para dedicarme a este emprendimiento, mi creación.

        En el camino también sentí que era el momento de trabajar en mí y retomé mis estudios de psicología (que había dejado para dedicarme a maternar).

      Desde ese momento Melochet tuvo varias versiones hasta llegar a la actual, cambios que se fueron dando gracias a mis estudios de psicología, a los estudios sobre desarrollo de emprendimientos, gracias a las experiencias de vida que fui teniendo, y lo mas importante… gracias a mi hija, gracias a todos los aprendizajes por ser mamá, por poder acompañar la infancia de mi hija, que era lo que más quería.

        Te agradezco a vos por hacer este sueño posible. Bienvenido a este espacio para seguir creando más momentos de juegos y acompañar, cada vez, a más infancias.